Pues esta tarta ha supuesto un pequeño reto, ya que nunca había hecho una decoración tan voluminosa como la tapa de alcantarilla de esta ocasión. El resultado me ha encantado y sé que a Nicolás también.
El bizcocho de chocolate con relleno de ganache de chocolate blanco es un típico que triunfa.
La mejor forma de representar a las tortugas era saliendo de su alcantarilla, y eso me propuse.
Una pizza y unos luchacos me parecieron lo más adecuado para decorarlas. Y me quedó genial... jejeje. Parece que no tengo abuela...
Unos detallitos más de cerca...
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