Ya sé lo que me vais a decir. El solomillo Wellington es con solomillo de ternera. Lo sé. Pero a veces el presupuesto no da para tanto y con esta receta tenemos la versión económica que, por supuesto, sigue estando igual de espectacular que la original.
A pesar de que parezca que es una receta complicada, veréis que siguiendo el paso a paso será bastante fácil.
Este en concreto lo hice para una cena de Navidad y ya véreis que el acompañamiento de compota de manzana es parte indispensable del manjar.
INGREDIENTES:
- 1 solomillo de cerdo
- Mostaza
- 2 puerros
- 300 gr de champiñones laminados
- 6 lonchas de bacon
- 1 plancha de hojaldre
- 1 huevo para pintar
- Aceite de oliva
- Sal
- Para la compota de manzana: 2 manzanas, 100 ml de agua, canela en polvo.
PREPARACIÓN:
Untar el solomillo con la mostaza. No os preocupéis los que no os guste, el sabor final no sabe en absoluto a ella. Poner una sartén con un poco de aceite y sellamos el solomillo a fuego fuerte. Reservar y esperar a que enfríe (es un paso indispensable, porque si lo ponemos en caliente sobre el hojaldre, se derretirá y no podremos darle forma).
En otra sartén, sofreímos los puerros cortados finamente y los champiñones laminados, salar al gusto y reservar.
Extendemos la masa de hojaldre y disponemos el bacon encima, luego una capa con el rehogado de puerros y champiñones y por últmo el solomillo.
Cerramos el hojaldre, retiramos si hay algún sobrante. Ponemos sobre la bandeja de horno con papel de hornear. Le damos la vuelta para dejar la unión abajo y adornamos al gusto. Pintamos con el huevo batido. Horneamos durante 25 min a 210º (muy importante que el horno esté ya a esta temperatura cuando lo metamos).
Mientras tanto, hacemos la compota de manzana. Echamos todos los ingredientes en un cazo y llevamos a ebullición. Cuando la manzana esté tierna, trituramos y reservamos.
Servir todo en caliente.
Aquí os dejo una foto del corte, para que os hagáis una idea de lo jugoso que queda.
Se me hace la boca agua...