Lo rico que está un gratinado... Ese quesito churrruscadito... Ummmm... Parece que aún lo estoy saboreando...
La pasta es uno de los platos más socorridos, que te apetece en cualquier momento, y si eres previsor, puedes dejar preparado para calentar sin ningún problema.
Hoy os dejo esta receta para los amantes de las espinacas como yo, sin necesidad de muchas florituras.
INGREDIENTES (para 2 personas):
- Aceite de oliva
- 2 ajos laminados
- 1 cebolla mediana
- 300 gr de espinacas frescas
- 100 gr de pechuga de pavo (fiambre)
- 1 cucharada de harina de trigo
- 100 ml de leche
- 8 placas de lasaña precocida
- Queso rallado
- Bechamel, nata...
PREPARACIÓN:
Ponemos a remojo de agua templada las placas de lasaña.
Ponemos una olla con agua a calentar, y escaldamos las espinacas. Escurrimos y reservamos.
En una sartén, ponemos el aceite de oliva y rehogamos los ajos y la cebolla. Añadimos las espinacas y la pechuga de pavo en daditos.
Ponemos entonces la cucharada de harina, tostamos un poco. Agregamos la leche y damos unas vueltas. Este será el relleno.
Vamos a montar la lasaña, alternando placas de lasaña y el relleno. Terminamos con una placa de lasaña y cubrimos con bechamel, nata, etc. y queso rallado.
Metemos al horno precalentado a 220º durante 7 min. También podemos gratinar con un soplete de cocina y nos ahorramos encender el horno.
Espero que os guste...
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