Se ve que al final le voy a coger el gustillo a esto de las tartas fondant. Tienen mucho trabajo, pero el final suele ser tan espectacular que merece la pena el esfuerzo.
Este es el resultado de la tarta que hice para el cumpleaños de mi hijo mayor, dedicado a los coches de carreras y Rayo Mcqueen. Fue la delicia de los presentes y la verdad es que quedó... RIQUÍSIMA!!!
El bizcocho era blanco, de los de toda la vida (cada cual puede hacer el que más le apetezca), mojado en almíbar de vainilla y canela y relleno de ganaché de chocolate montado. Como era tan grande, rellené la mitad de chocolate blanco y la mitad de chocolate con leche. No sabría decir cuál estaba más rico.
Los cochecitos los hice siguiendo un tuturial paso a paso que encontré por internet y con un poco de imaginación... el resto de la decoración. Eso sí, para este tipo de tartas, mejor coger ideas por internet de otras ya hechas y retocar al gusto.
Se quedarán con la boca abierta!!
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