Hoy os dejo otra de las recetillas de la saga familiar.
No sabría decir cuántas tardes he pasado con mi madre haciendo estos roscos. Desde pequeñita me aficioné a cocinarlos y, como no, a comerlos (llegaba a comerlos calientes con la excusa barata de probar por si no estaban buenos, jejeje).
Espectaculares para invitar a merendar a los amigos, para fiestas infantiles e incluso para permitirnos ese caprichito...
Aprovechad para hacerlas en buena compañía y disfrutad de la velada.
INGREDIENTES (salen unos 18 roscos por huevo):
Por cada huevo XL:
- 7 cucharadas de leche (unos 40 gr)
- 7 cucharadas de azúcar (unos 90 gr)
- 5 cucharadas de aceite (unos 25 gr)
- 1/2 sobre de levadura.
- Ralladura de 1/2 limón y 1/2 naranja
- 200 gr de harina
- Azúcar para espolvorear.
PREPARACIÓN TRADICIONAL:
Se baten los huevos y se añaden el resto de ingredientes. Amasar todo hasta ver que se pueden formar los roscos con las manos (con las manos mojadas en aceite).
Freir en abundante aceite a temperatura no muy fuerte e ir echando aceite de la sartén encima de ellos mientras se cocinan, para que suban y se rajen. Cuando estén dorados sacar del fuego y pasar por azúcar cuando aún están calientes.
Servir en frío.
PREPARACIÓN EN THERMOMIX:
Rallar el limón y la naranja a velocidad máxima.
Agregar todos los ingredientes y batir 30 seg a velocidad 6.
Hacer los roscos con las manos untadas en aceite y freir en aceite no muy caliente. Mientras se fríen es muy importante ir echando aceite de la propia sartén encima de los roscos, para que crezcan y se rajen.
Sacar cuando estén dorados y pasar por azúcar aún en caliente.
Servir fríos (si os podéis aguantar!!!).
Espero que disfrutéis cocinándola tanto como comiéndola!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario